Translate

El orué, la nueva moneda del barrio de Russafa

Fuente de la noticia

 4/06/2013

El orué es la nueva moneda social del barrio de Russafa. La promueve la Asociación Russafa Innova y ha sido apoyada desde el primer momento por los comerciantes, hosteleros y vecinos. Es “la otra cara de la moneda” ya que su nombre responde a la lectura de euro, pero al revés. Su función será complementaria a la moneda oficial. El orué es una de las monedas sociales virtuales más avanzadas del mundo.

La iniciativa se puso en marcha en noviembre de 2012. Media docena de vecinos urdieron un plan para crear esta moneda social y, conforme la han ido desarrollando, “ha ido levantado entusiasmos en los colectivos sociales, culturales, comerciales, hosteleros y profesionales del barrio de Russafa” han confirmado a VLC NEWS, fuentes próximas a la Asociación Russafa Innova.

Implicados en este proyecto que verá la luz después del verano de 2013, están todos los colectivos del barrio. La Asociación Russafa Innova lleva trabajando en ello un año aproximadamente y cuenta con el apoyo explícito de la Asociación de Vecinos de Russafa, la Asociación de Comerciantes Russafa-Gran Vía, la Asociación de Hosteleros, la Escuela de Artesanos, el Instituto Blasco Ibáñez, y asociaciones culturales, como Jarit.

“Somos los que estamos verdaderamente implicados en la gestación, pero además, hay unos cuantos colectivos a quienes les interesa pero están de observadores y haciendo un seguimiento de la evolución, para tomar la decisión una vez salga la moneda”.

Moneda virtual complementaria del Euro

“La otra cara de la moneda” es la consigna que define el orué, cuyo nombre responde a la lectura inversa de la palabra Euro (y con tilde). Utiliza como unidad de cuenta el euro, pero,“y esto es muy importante”, no es convertible.

Su implantación pretende complementar el uso del euro para dinamizar recursos infrautilizados y necesidades no cubiertas, “por ejemplo –sostienen desde Russafa Innova- salvar la brecha digital del barrio en el colectivo de los mayores. Ya hay un equipo liderado por la Escuela de Artesanos que preparan una Aula Abierta para educar y promover la movilidad digital con unos talleres. Estas actividades se impartirán a cambio de orués.

Los primeros convenios con los diferentes gremios está previsto que se firmen a lo largo de este mes y el que viene.

Cómo es la moneda

La moneda es electrónica y los intercambios se pagan vía móvil Smartphone. Cuentan con una solución informática que funciona como la banca online desde el dispositivo móvil. El sistema de pago se puede hacer tanto entre particulares, como entre un particular y el establecimiento.

Es innovadora, en el sentido de que integra los efectos sociales como los comerciales. Además incorpora una solución de pago móvil inédita hasta ahora en el mundo de las monedas sociales.

“Es virtual para evitar el gasto de imprimir el billete y las falsificaciones y, sobre todo, para evitarles a los comerciantes –así nos lo pidieron- el tener que hacer una doble caja”, explican en Russafa Innova.

Además, y en esto inciden de manera rotunda, “no es convertible, nadie la podrá comprar ni se puede canjear por euros”. Es una moneda complementaria.

El usuario dispondrá de una tarjeta que servirá para "autenticar" el cliente de esa banca online. Tendrá una cuenta, con un saldo inicial de 10 orués, para poder empezar a hacer transferencias o recibir cobros y así interactuar con los comercios mediante la tarjeta en NFC.

Y sólo los podrá usar en los establecimientos adheridos, bajo el concepto de “descuento comercial, para evitar problemas con Hacienda”.

“Su funcionamiento se puede equiparar al de las tarjetas de clientes de los grandes centros comerciales o de algunas cadenas, incluso cines”. Se podrá usar, a modo de descuento del precio oficial en euros, en los bares, tiendas y eventos culturales de Russafa.

Para el comercio tiene la misma función que el cupón, es una manera de fidelizar clientes y para el barrio supone el favorecer y potenciar la solidaridad entre las personas que habitan espacios comunes, junto con los negocios locales del barrio. Es por tanto, un mecanismo para revitalizar la economía de Russafa.

Más de 30 personas han trabajado en el nombre y la imagen, el sistema informático que sustenta los intercambios, el ámbito legal y fiscal, y sobre todo, la dinamización de un barrio, que “per se, ya es una pasada”.

“El orué no tiene intereses, ni permite invertir, ni hacer operaciones especulativas, no merece la pena ahorrarlo y lo interesante es que circule”, concluyen desde la Asociación Russafa Innova.

5/06/2013

Russafa Innova, impulsora de la nueva moneda social virtual del barrio histórico de Valencia, asegura que durante el primer año de circulación del orué, 200 locales y 3.000 clientes compartirán la primera moneda social virtual del mundo. Los pagos se harán con una solución informática “muy sencilla” para smarthphone, tal y como avanzó ayer en primicia VLC NEWS

El barrio de Russafa tiene, según el censo actualizado, 24.522 residentes, una población semejante a la de la localidad extremeña de Almendralejo, donde desde hace unos meses ya se ha implantado el Expronceda, su moneda social “en papel, no virtual”.

El orué comenzará a circular en Valencia a partir de septiembre. Sus promotores, Russafa Innova, han calculado que antes de que cumpla un año de vida, más de 200 establecimientos del barrio y hasta 3.000 usuarios compartirán la nueva moneda social virtual del mundo.

“Estamos hablando de los hosteleros y del pequeño comercio del barrio de Russafa, pero también del sector servicios, como dos peluquerías, una gestoría, un fisioterapeuta y una distribuidora de productos naturistas”.

Son sólo unos ejemplos aislados, porque a ellos se sumarán los participantes de todos los festivales y eventos que a lo largo del año celebra este “inquieto” barrio de la ciudad. Los organizadores de la bienal RussafArt, Russafa Escènica, la Russafa Fashion Week, la Ruta de la Tapa, Jornadas Interculturales, los carnavales, además de los miembros de colectivos como Russafa Innova y Russafa Viva… todos dispondrán, “según les convenga”, del orué.

Además, según indican desde Russafa Innova, cada semana van creciendo las adhesiones.

Cómo funciona el sistema

Como adelantábamos ayer, cada usuario dispondrá de una tarjeta de plástico, “como la visa o la móbilis del transporte público” cargada de inicio con un saldo de 10 orués. Para hacer la operación, será necesario que el smarthphone la lea y “ya está”. Nada más.

En este caso, no es necesario que el comerciante o vendedor “disponga de datafono ni ningún otro aparato. Basta con el teléfono inteligente”. Su funcionamiento se puede comparar con el del código QR, ése que te redirige directamente a una web al reconocerlo el dispositivo móvil.

El smarthphone, al leer el chip de la tarjeta, accede a la banca online y se cargan –o descuentan- los orués.

Área Activa

El método de transacción utiliza la estructura NFG (Near Field Communication), el sistema de pago móvil “más avanzado del momento”. Ha sido desarrollado por Área Activa, el partner tecnológico de Russafa Innova, con una aplicación informática fácil de usar, de gestionar y que “no necesita mantenimiento por parte de ningún informático ni de un desarrollador de sistemas”.

El equipo de Área Activa está integrado por el creador de la banca online de Bankinter y también por el gurú tecnológico de Forbo, la multinacional suiza que trabaja con marcas de lujo como Louis Vuitton.

Por estas razones, como aseguran desde la Asociación de Emprendedores e Innovadores Sociales de Valencia, “es la única moneda social que también es virtual y está desarrollada, además, con la tecnología más avanzada del mundo”.

Usuarios potenciales

Los usuarios potenciales del orué son todos los vecinos del barrio pero también, los que tengan su trabajo en la zona o los que “tomen copas o cenen” en Russafa.

Al funcionar como un descuento, a todos les interesa acumular estos “bonos” para obtener a cambio beneficios en todos los productos y servicios que consuman dentro del barrio.


09/06/2013


Arístides y Agustín son empresarios, vecinos e impulsores de la nueva moneda social de Russafa, la primera virtual del mundo. Dicen que el orué se implantará con fuerza no sólo en el barrio, sino en toda Valencia. “Hay muchas monedas sociales funcionando en España, lo novedoso del orué es la plataforma tecnológica que lo sostiene, sencilla y muy avanzada. El datáfono ha muerto"

El barrio de Russafa está viviendo de pleno lo que los expertos llaman proceso de gentrificación, es decir un cambio sustancial de su fisonomía social provocado por la cercanía al centro de la capital. Sus residentes históricos y su trama social son sustituidos paulatinamente por jóvenes recién llegados, con más poder adquisitivo y que emprenden sus propios negocios.

Russafa está, de alguna manera, de moda y en los últimos diez años han brotado nuevas actividades relacionadas con las artes, la moda y el diseño. En sus calles se pueden encontrar muchas librerías cafés, alguna que otra peluquería librería, unas cuantas ludotecas teterías, locales multiculturales, amén de galerías gestionadas por los propios artistas u otras que buscan integrar el arte en la vida cotidiana.

Este último caso es Imprevisual, la galería café que regenta Arístides Rosell. La Bienal Russafart se cocina entre estas paredes. Y ahora ha creado, junto con Agustín García, la marca SignoVisual con la cual, como ellos dicen, se han “metido hasta las trancas” en el impulso del orué, la nueva moneda social virtual de Russafa que empezará a circular en septiembre.

El orué y la microeconomía social

“El orué concita en un solo concepto la solidaridad de las llamadas ‘cadenas de favores’, la fidelización de los clientes a la economía local, y el refuerzo del entramado social de la comunidad” sostiene Arístides Rosell, un cubano de apellido muy valenciano que aterrizó en Valencia hace más de 20 años. Para Agustín García, va a permitir la comercialización “sin especulación, con transparencia en la gestión”.

“Con el orué, cada comercio establecerá sus normas. No están obligados a nada. Hay actividades que no pueden permitirse perder el margen en euros de sus productos. Por ejemplo, yo en mi galería café no puedo dejar de cobrar lo que vale la cerveza en euros, pero sí que podré marcar el precio de las obras de arte que vendo combinando las dos monedas. Podré dar la opción de que paguen el 70 por ciento de su precio en orués y el resto en euros”, explica Arístides.

Un quiosco del barrio o un punto de venta de periódicos tampoco podrá renunciar a los euros de su margen de beneficio, pero sí añadir a la cuenta de su cliente algún orué bajo el paraguas de “puntos acumulativos, bono regalo o vale descuento” para otros productos.

Con estos orués ganados por el cliente, que ya se habrá dado de alta en el sistema desde su móvil y que habrá partido con un saldo inicial de 10 euros, “el cliente podrá adquirir otros productos en el barrio o pagar la alguna de las muchas actividades culturales, lúdicas y sociales que se organizan en sus locales”.

Talleres, cursos, charlas, actuaciones escénicas y ferias gastronomías de todo el mundo son frecuentes en el barrio de Russafa. En sus establecimientos podemos encontrar talleres de arquitectura, de grabado, de diseño, de masajes y de cuantas corrientes culturales sea posible imaginar.

De hecho, como avanzamos en su día, uno de los cursos que ya está preparado para poner en marcha es el Aula Abierta, que empezará con un taller para superar la brecha digital. Lo impartirán un equipo de la Escuela de Artesanos que aceptarán orués a cambio de enseña a manejar los Smartphone a usuarios de todas las edades.

Hay otros proyectos, como crear La colecta del año, una cita solidaria en la que se recaudará dinero para comprar, por ejemplo, “una silla de ruedas para una persona discapacitada con escasos recursos, o para ayudar a pagar una operación en Estados Unidos a un chaval del barrio”. La gente podrá colaborar con euros y se le dará, a cambio, el equivalente en orués “para usarlos cómo y cuándo quiera. Por cada euro, un orué".

Además de la vertiente solidaria, “el orué contribuirá a generar riqueza y a mover la actividad social y económica local” dice Agustín.

Lo verdaderamente novedoso del orué “lo que realmente aporta al campo de la monedas sociales que existen en el mundo, por centenares, es la plataforma informática que lo soporta. Es un salto cualitativo de la moneda social. Hablamos de una solución informática muy simple, muy sencilla de manejar, de usar. Y esto así porque tecnológicamente es muy avanzada” resalta Rosell.

"El datáfono en las empresas se ha acabado, está al borde de la extinción. Al final se va a imponer la solución informática que usará el orué: un pago de móvil a móvil, de smartphone a smartphone. Y un barrio de Valencia va a ser el pionero".

El euro con resonancia africana

“Cuando nos enteramos de que se estaba gestando una nueva moneda social en Russafa, nos decidimos a buscarle un nombre” explica Agustín. “Se le ocurrió a Aris. Al principio su sonido africano me paró, pero cuando él me propuso leerlo al revés, descubrí que contenía la mejor fórmula para designar la moneda social”.

Porque les gusta pensar que el orué le da la vuelta al euro, no sólo en el nombre. “El orué pretende de alguna forma ser una alternativa, más cercana, social e igualitaria. Ya el eslogan salió de forma autómatica: La otra cara de la moneda. Aquí no hay especulación. Es orué, no es dinero”.